La reciente propuesta de Donald Trump de imponer un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera de Estados Unidos ha provocado preocupación y confusión dentro de la industria del entretenimiento. Pero lo que para Hollywood parece una amenaza existencial, para México representa una oportunidad histórica: convertirse en el nuevo epicentro mundial de la producción cinematográfica.
El mensaje de Trump a Hollywood es claro: sométanse o salgan.
Al imponer un impuesto punitivo a los contenidos creados fuera del país, Trump está incentivando (intencionalmente o no) a los estudios a mover sus operaciones a territorios que les permitan seguir siendo competitivos a nivel global. Esto incluye producción, posproducción, edición, efectos especiales y más. Las grandes empresas del cine, que dependen de la distribución internacional para generar ganancias, no pueden costear una barrera de entrada tan alta para su propio país de origen.
México: La Alternativa Natural
México ofrece la combinación perfecta de cercanía, costos bajos, talento, infraestructura y compatibilidad cultural. Además, cuenta con una ubicación ideal, a solo unas horas por tierra o aire de Los Ángeles, lo que facilita la movilidad de ejecutivos, talentos y logística. Zonas como Baja California (cerca de Ensenada) y el norte de Monterrey tienen el potencial de albergar una nueva ciudad del cine, construida específicamente para atraer a los estudios que buscan escapar del proteccionismo estadounidense.
¿Por qué ahora? Porque la ventana se está abriendo… y se cerrará rápido.
Los estudios no pueden esperar. Si Trump regresa a la Casa Blanca y esta política se implementa, la industria tendrá que adaptarse de inmediato para sobrevivir. Las decisiones sobre dónde filmar, invertir y establecer operaciones se tomarán en los próximos meses. México puede y debe posicionarse desde ahora como la alternativa número uno.
¿Qué puede ofrecer México?
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Terreno disponible y asequible para construir estudios desde cero.
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Mano de obra calificada: desde técnicos hasta creativos, México ya tiene una industria audiovisual en crecimiento.
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Conectividad directa con EE.UU. y otros mercados internacionales.
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Incentivos fiscales atractivos, especialmente si se establecen zonas económicas especiales para producción audiovisual.
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Acuerdos comerciales existentes, como el T-MEC, que facilitan la colaboración y exportación.
Casos de éxito: Ya lo hemos hecho antes
Producciones de talla mundial como Titanic, James Bond y The Predator ya se han filmado en México, aprovechando nuestros paisajes, talento y costos bajos. Baja Studios en Rosarito es prueba de que podemos competir a nivel global. Pero ahora no se trata de unas cuantas películas: se trata de atraer toda la industria.
Una estrategia nacional necesaria
México debe actuar de forma estratégica y coordinada entre los sectores público y privado. Esto incluye:
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Diseñar un paquete de reubicación para estudios internacionales.
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Identificar y desarrollar zonas específicas, como el corredor Ensenada-Tijuana o la zona norte de Monterrey.
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Crear una ventanilla única gubernamental para agilizar trámites, permisos y beneficios.
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Lanzar una campaña global de atracción de inversión cinematográfica.
Beneficios para México
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Miles de empleos directos e indirectos.
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Inversión extranjera directa sostenible y de largo plazo.
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Desarrollo tecnológico y educativo en áreas audiovisuales.
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Proyección internacional como centro de creatividad y cultura.
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Diversificación económica real, más allá del turismo y manufactura.
Conclusión: El escenario está listo
Trump ha puesto en marcha una dinámica que cambiará la industria del cine tal como la conocemos. México puede quedarse mirando desde la butaca… o puede subirse al escenario y protagonizar una nueva era de liderazgo cultural y económico.
Hollywood necesita un nuevo hogar. México está listo para ofrecérselo.